Llamado de apoyo internacional a la iniciativa ITT Yasuní

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En el Ecuador vivimos una peligrosa polarización que nos enfrenta entre hermanos, todo por el falso doble discurso del presidente, que conforme lo ha evidenciado en muchas ocasiones, no le interesa ni la vida de los Pueblos Aislados, ni de toda la inmensa megabiodiversidad que habita el Yasuní, por un lado solicitaba donaciones al mund para no extraer el petróleo del subsuelo del mencionado Parque Nacional, Reserva Mundial de Biósfera y Zona Intangible, mientras por otro lado avanzaba con los procesos que permitirían las actividades petroleras en ese lugar. Hemos presentado una serie de alternativas que permitirían disponer de los fondos que tal extracción supondría, son propuestas de menor impacto en poblaciones vulnerables y aunque no terminarían con la pobreza, como justifica el presidente el etnocidio, el genocidio que significará la actividad petrolera en Yasuní. Ya han muerto Waoranis y Tagaeris, estos últimos en absoluta inferioridad de condiciones, pues al mantenerse aislados sus armas más peligrosas son lanzas de chonta, mientras que sus adversarios tienen armas de fuego. El mismo gobierno ordenó una investigación y organizó una comisión para ello, sin embargo ahora niega la existencia de Tagaeris y Taromenanis, a través de sus voceros.

El pueblo protesta en las calles y plazas de las ciudades, y es agredido y reprimido por las fuerzas policiales, amenazado y violentado desde el discurso presidencial en cadenas y sabatinas, así como por los grupos afines al gobierno. Es un momento en que sus palabras ayudarán a que la Asamblea, encargada por el presidente para declarar de interés nacional a la extracción de petróleo en esta Área Protegida, decida por la vida de los Pueblos en Aislamiento y de todas las especies que habitan Yasuní, y resuelva decir no a estas actividades en ese espacio de la selva ecuatoriana. Urge nuestra movilización para animar a todos quienes anónimamente, sin banderas partidistas, sino animados únicamente por la defensa de lo que dicen nuestra Constitución y las leyes, así como nuestra convicción de que un mundo distinto es posible en el que respetemos a todos los animales y la naturaleza, todo en función de llevar a la práctica aquello que mencionamos en la Declaratoria del Pacto Mundial Consciente.