Manifiesto PMC

Declaración mundial consciente: en defensa de los derechos de la madre Tierra, las personas y los animales

Manifiesto del Pacto Mundial Consciente

Los habitantes conscientes de este planeta conocido como Gaia, Bhumi, Pachamama, madre Tierra, hacemos hoy un llamado a cada uno de los hombres, mujeres, jóvenes, niños y niñas, así como a todos los estados y pueblos inspirados en los movimientos ecologistas y protectores de los seres vivientes, tales como: «Todos a Tierra» en Colombia (liderado por la indígena arhuaca Ati Qigua), «AnimaNaturalis» alrededor del mundo, La Revolución de la Cuchara,  protectores de la madre Tierra como Vandana Siva (en la India) y las autoridades ancestrales de las diferente culturas, para que, en conjunto nos detengamos a pensar y meditar sobre lo que está pasando en el Planeta y en lo que el sistema de consumo está haciendo con nuestra cultura, con el ambiente y con la identidad de nuestros pueblos.

Este es un llamado para que los Derechos de la Naturaleza sean defendidos y presentados adecuadamente en las leyes locales de cada país, tratados internacionales, convenios y pactos. Pareciera que la naturaleza  no habla, sin embargo, quizás debemos comenzar a interpretar los terremotos, los huracanes y las diversas pestes y epidemias, para tratar de entenderla.

Nuestra mística conexión y comunicación con la madre Tierra ha desaparecido porque al pasar el tiempo sobre los pueblos, éstos han enfermado de materialismo, de egoísmo y de cientos de ismos que han cerrado nuestros ojos a la visión divina. Por ello, debemos retornar a nuestras creencias ancestrales y reconocer que toda entidad alrededor, como el agua, el sol, la tierra, el viento, los animales, las plantas y las rocas posee vida y como tal, tiene derechos naturales y anteriores a cualquier tipo de legislación propuesta por los seres humanos, pues el universo es perfecto y tiene sus propias leyes y equilibrio natural que no puede ser desatendido por sus habitantes.

El planeta, como fue conocido por nuestros ancestros,  ya es sólo un mito, una leyenda, un bello cuento de fantasía. Hoy en día los seres humanos han perdido hasta la fe y el amor para percibir el mundo alrededor, lo más preocupante de ello es proyectar qué es lo que van a recibir las futuras generaciones. Es posible que el dulce sabor de un mango, la suave y fresca brisa de los ríos, la determinación de las mariposas y otras maravillas que para nosotros son aún normales, sean también un cuento del pasado para las generaciones venideras.

Manifiesto Pacto Mundial Consciente

El absurdo materialismo y el salvaje consumismo moderno están devastando la cultura, el Planeta y las tradiciones ancestrales; así es muy claro visualizar que es el mismo ser humano mal guiado, quien se convierte en el principal problema porque usurpa y malgasta los recursos, destruyendo la naturaleza y sus seres.

Es debido a la excesiva manipulación por parte del ser humano, quién juega a ser Dios y se cree omnipresente mientras realiza pruebas con la genética y causa estragos irreparables, que se contaminan millones de litros de aguas con químicos y se talan indiscriminadamente innumerables hectáreas de bosques. El resultado de todo ello es la gran amenaza para la misma vida del hombre en el Planeta, quién, sin darse cuenta, le hace a la Tierra lo que equivale a quemar su propia piel.

Los bosques ayudan a mantener el equilibrio ecológico y la biodiversidad, limitan la erosión en las cuencas hidrográficas e influyen en las variaciones del tiempo y en el clima. Así mismo, abastecen a las comunidades rurales de diversos productos como: madera, alimentos, combustible, forrajes, fibras o fertilizantes orgánicos. Sim embargo, como resultado de todo este abuso por parte del ser humano, el ritmo natural de las cosas ha cambiado por completo, produciéndose grandes cambios climáticos que afectan directamente a la humanidad. Ello se refleja incluso en la economía mundial o en el nivel de vida de las personas. Es incoherente hablar de ecología, mientras seguimos quemando bosques o matando animales.

A los problemas generados por los países industrializados y las multinacionales se suman las diferentes propuestas de falsas soluciones pensadas desde la lógica del mercado tales como: agro combustibles, sumideros de carbono, represas hidroeléctricas o el mal llamado Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), además de las más recientes propuestas como mecanismos de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Evitada (REDD). Todo ello no es más que la profundización en la problemática de cambio climático y una evidente colonización territorial, pues las grandes compañías se apoderan paulatinamente del derecho de uso, manejo y gestión del agua, la biodiversidad y los territorios mismos, en detrimento de las comunidades locales.

El resultado de todos estos abusos es lo que estamos experimentando hoy en día: calentamiento global, contaminación excesiva, deterioro de la salud de la Tierra y sus habitantes; pues estamos viviendo dentro de un modelo productivo basado en la explotación sin límites que depreda y devasta sin consideración mediante la minería a  gran escala, la extracción de petróleo, carbón o gas, la represas de agua, las faenadoras de animales o la agricultura industrilalizada en base a químicos y transgénicos.

Por lo tanto, exigimos:

  1. Un compromiso vinculante que obligue a los países desarrollados a realizar reducciones de los gases de efecto invernadero en al menos un 50% en relación al año 1990, sin incluir mercados de carbono u otro sistema de desviación que enmascaran el incumplimiento de los mismos.
  2. La obligatoriedad a que los países contaminadores transfieran de manera directa recursos económicos y tecnológicos para pagar la restauración y el mantenimiento de los bosques y las selvas, a favor de los pueblos ancestrales indígenas originarios, campesinos y afro-descendientes, que pudieran resultar afectados.
  3. Se detengan las iniciativas locales en bosques y selvas relacionadas con los mecanismos de mercado que proponen resultados falsos y condicionados.
  4. A los gobiernos, un programa mundial de restauración de bosques nativos y selvas, dirigido y administrado por los pueblos, implementando semillas forestales, frutales y de flora endémica.
  5. Que en cada país se realice una reforma agraria en la cual haya una distribución justa y consciente del territorio, en especial, en los países con vocación agrícola como lo son la mayoría de los países latinoamericanos, para así lograr un sistema de desarrollo sostenible que permite el bienestar de las generaciones futuras.
  6. Se implemente una legislación clara en la cual se delimiten las zonas de protección natural como páramos, bosques, ecosistemas de vital importancia, zonas de reserva indígena, campesina y afro-descendiente, apoyados en programas y mecanismos de cumplimiento obligatorio para que estas no se vean transgredidas por intereses multinacionales o de cualquier tipo.
  7. Impulsar la transición de un modelo extractivista a uno basado en principios de solidaridad, justicia, dignidad, respeto a la vida, reciprocidad y equidad, recuperando la visión andina del agua como ser vivo, fuente de vida, regalo generoso de la Pachamama, que por tanto no puede ser apropiado por nadie.
  8. A los gobiernos, la aplicación de políticas estatales que preserven el patrimonio natural, los bosques y la biodiversidad, el equilibrio de los ecosistemas, en especial que reconozcan los derechos de la Madre Tierra y el derecho al agua como un derecho humano.
  9. Promover la recuperación de las prácticas ancestrales que, junto con tecnologías nuevas, alternativas y milenarias, ambiental y socialmente justas, favorezcan el equilibrio en el relacionamiento humano, privilegien la producción agroecológica, el saneamiento básico amigable con la naturaleza y un manejo adecuado de residuos.
  10. El reconocimiento y el respeto a los derechos de los pueblos originarios, campesinos y pequeños productores a sus territorios como la mayor garantía para la preservación del agua y las fuentes que la generan.
  11. Que se constituya una defensoría a nivel local, nacional y mundial de los Derechos de la Naturaleza, así como también se tipifique como delito cualquier atentado del ser humano o cualquier actividad que destruya el equilibrio natural del planeta.
  12. Que se cree un Tribunal Internacional que sancione todos los delitos ambientales.
  13. Que las empresas multinacionales respeten las legislaciones locales de protección ambiental y además inviertan en la regeneración y mitigación de los daños causados, de forma justa en proporción a sus ganancias.
  14. Que se reconozca a la madre Tierra como una entidad viviente, identificándola como un sujeto de derechos dentro de las legislaciones correspondientes, asumiendo que estos derechos son imprescriptibles, inembargables, inalienables e intangibles, siendo la esperanza y único medio de garantizar la existencia de todos los seres vivientes incluido el ser humano.
  15. Respaldar las luchas de resistencia de los pueblos Mapuche, de Chile,  Uruguay y Argentina, de los Campesinos del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), las Organizaciones Campesinas de Colombia, los Indígenas de Paraguay y de la Selva amazónica del Brasil, Ecuador y Perú, y de todos los grupos humanos del planeta que vean vulnerados sus derechos.
  16. A todos los gobiernos y a las Naciones Unidas y otros organismos multinacionales, a incorporar en todas las discusiones que realicen sobre cambio climático, biodiversidad y desarrollo, el reconocimiento de los derechos del mar, los animales y la naturaleza, junto con el progresivo abandono de actividades extractivas como la petrolera y minera que afectan a estos sujetos y sus derechos.
  17. Respaldar la propuesta Yasuní – ITT de dejar el crudo en el subsuelo, como una forma de respeto a la vida, a la naturaleza, a las especies vegetales y animales, muchas de ellas en peligro de extinción, y de forma particular a los pueblos no contactados, Tagaeris y Taromenanes, que actualmente se reflexiona y se impulsa desde Ecuador.
  18. Fomentar la transición hacia una dieta vegetariana como una alternativa de vida, valida frente a todos los estragos a la salud humana que causa la ingesta de los productos cárnicos y sus derivados, así como las funestas consecuencias de la explotación ganadera, la cual genera el 18% de los gases de efecto invernadero en el mundo.
  19. A los Gobiernos, realizar los cambios necesarios en sus legislaciones a fin de erradicar la violencia, el maltrato y la muerte de animales como una forma de diversión, prácticas experimentales y otros, destinados a satisfacer la demanda de vestimenta y artículos utilitarios.
  20. Abandonar el uso de los organismos modificados genéticamente (transgénicos) y productos agro tóxicos en los cultivos.
  21. El respeto al uso de las medicinas ancestrales y prácticas de medicina preventiva.
  22. Que los presupuestos destinados a los proyectos agros ecológicos, de producción campesina y de cuidado del ambiente se otorguen únicamente a aquellas propuestas en las que no se utilicen transgénicos ni agro tóxicos.
  23. Destinar fondos para capacitar a campesinos y agricultores en un sistema orgánico de agricultura.
  24. Introducir de manera transversal nociones de ecología y cuidado a la madre Tierra, en las materia y cursos implementados dentro de los diseños curriculares actuales en los establecimientos de educación primaria, media y superior.

Debemos abrir los ojos, despertar la consciencia y entender que todos somos hermanos, que nuestro suelo está siendo explotado para el beneficio de unos pocos y que cada vez que consumimos productos de esas multinacionales estamos matando a nuestra madre y a nuestros hermanos. Nosotras y nosotros convocamos e invitamos a todos los artistas, músicos, profesionales, voluntarios, ecologistas y a todas las personas y organizaciones que quieran levantar su voz por los derechos de aquellos que no pueden hablar por sí mismos.

Es hora de dejar de pensar que hemos logrado la independencia y más bien reconocer que somos esclavos del sistema, que a través de los medios de comunicación, su mega producción de drogas desde la coca-cola hasta las más tecnificadas sustancias psicoactivas, la producción intensa de agricultura transgénica, limitan nuestra capacidad de discernimiento, generando expectativas de vida que no forman parte de nuestra naturaleza y que solo generan desolación, pobreza, dolor e ignorancia.

Le llamamos hoy, a usted, para que selle con nosotros y difunda este compromiso:

  1. Incentivando y difundiendo la conciencia respecto a la producción, distribución y consumo de productos orgánicos, libres de sangre, violencia y transgénicos, y elementos perjudiciales para el ambiente y los seres humanos.
  2. Participando, organizando y estimulando la realización de ferias ecológicas, en las que se privilegie el consumo consciente.
  3. Organizando campañas de concientización sobre los Derechos de la Naturaleza, de los Pueblos Originarios, el Agua como Derecho Humano y el respeto a los animales.

Luchamos por ser congruentes con este manifiesto y suspender el consumo de todos aquellos productos provenientes de la industria que sean: modificados genéticamente, probados en animales, que perjudiquen a la salud de los seres vivos, que generen deforestación, que provengan de monocultivos, que contengan agro tóxicos, y en general aquellos productos que causen daño irreversible a los ecosistemas.

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